Nuevo Verano

«Nuevo verano» fue mi canción favorita de mi mes favorito: septiembre, en el 2021, “Nuevo verano” de Amaia. Me encanta la canción. Pero sobre todo me encanta como huele ese mes, como sabe, como me encuentro y como me reencuentro en septiembre. No hay atardeceres como los de septiembre, ni esperanza, ni paz, ni fuerza.

Dos de mis mejores amigas me han dicho que este verano no hay vacaciones fuera, que irán a la piscina, que está todo muy caro

A veces me gusta a donde vamos: Patagonia recuperando ropa, notición, y yo, feliz en el coche escuchando podcast  que me encantan de entrevistas que te hacen sonreír como aquellas charlas a dos de la televisión de finales de los años 80. Con gente muy humana y muy real.

Me da alegría pensar que no soy yo sola, que es la humanidad entera, la que tiene que dar 100 vueltas al sol para volver al lugar donde nació (literal o figurado)  y ser feliz. Que no es sólo mi propia torpeza, que algo nos va en los genes 😊 Somos cíclicos y algo tontos (ya sé que algunos menos que otros. Ya lo sé). Pero que la vida está llena de lecciones, una de ellas, sin duda, es simplificar.

 

nosotrosEn el otro extremo, imparable, la carrera hacia un mundo paralelo (idea que no es nueva) y Gucci, Prada y Mark   y todos nosotros, incluidos amigos , colegas, empresarios a los que literalmente adoro, genios del marketing y de la moda, sabiendo que hay mucho negocio en el Metaverso, vendiendo ropa a los avatares. Qué guay. Y cuánto dinero. Y sí a todo. (aquí ni haters, ni negacionistas)

Mi hijo de siete años se encuentra estos dias asediado por sugerencias de amiguetes sumidos absolutamente en juegos de realidad virtual como el de ayer mismo: “sneaky sasquatch” – que si no lo tenía se quedaba fuera de la conversación- en el que con su avatar feuco, juega al «pilla-pilla», se disfrazan, se hacen la cama, duermen, comen mucho. Sabemos positivamente que en la vida real no se hace la cama, ni lo pretende, que algunos niños de su edad duermen poco o menos de lo que deberían, que me cuesta que coma y que cada vez juegan menos al «pilla-pilla» aunque, cuando lo hacen, les encanta.

 

Así que por lo poco que sé y sobre todo veo, y con mi ya referida inteligencia de pastor, para el pueblo llano hay una brecha estratosférica entre lo que eres en la vida real y lo que eres en la vida virtual, empezando por “sneaky sasquatch”- estoy observante de esta tendencia.

 

A mis amigas, las que nombraba, les llega tarde lo del metaverso porque nadie les va a hacer creer que lo van a pasar igual de bien en el “Metaverso Resort” por 100 € que en Cancún, y yo no lo pretendo, me tomaré con ellas un vino en la piscina. Pero a mi hijo y sus amigos, quizá sí les convenzan, parece que sí, entrando están.

¿Vamos a convertir a la vida real en lujo? Que nos atiendan personalmente y nos dediquen tiempo es, la propuesta de valor indudable de las marcas de lujo para sus flagship stores más exclusivas.

¿Es el progreso, que la belleza de la vida real sea un lujo?

Eso es lo que Mark sabe.

Yo solo sé que siempre seré una punk, y aunque me dedico al marketing, soy una punk. Pero no soy la única.

Muy, muy, muy feliz verano. Simple y feliz.

Un abrazo

Maria



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